dimecres, de juliol 30, 2014

[ es ] Qué no es movimiento


Apuro esta rápida (y siempre incompleta) nota para estos tiempos en que se habla mucho y se reflexiona más bien poco acerca de los mal llamados "movimientos sociales".

Cuando hablámos de movimiento o de política de movimiento tengo la sensación de que la gente confunde muchas cosas. De entre ellas, algunas destacan de manera flagrante en los últimos tiempos, por lo que aquí van algunos dardos, a ver si dan en la diana: 

0) un movimiento es mucho más que lo que se identifica como "movimiento social", ya que este término solo sirve para que los académicos de inspiración liberal, que limitan la agencia de la política a los partidos, puedan tratar ese hermano menor, siempre acusado de "protestar" y no de hacer política con "mayúsculas" (aunque esto importa poco, dado que sabemos que los movimientos siempre se hacen en las minúsculas del nombre común)

1) la política de movimiento no es la política de un "sujeto". Sujetar es exactamente lo contrario de movilizar. No por nada en francés "sujet" es sujeto y súbdito. Uno puede decir que es del partido tal o cual, pero no puede decir, en rigor, que es del movimiento tal o cual más allá de una identificación -siempre parcial e inacabada- con el mismo. Dicho de otro modo, a los movimientos no se pertenece, en los movimientos se toma parte (se toma "partido" en el sentido exacto en que Marx hablaba en el Manifiesto de la parte o partido comunista; alemán "Partei")

2) la política de movimiento no es la política de la comunidad de activistas que la integran y sus entornos sociales respectivos: nuevamente bajo esta idea subyace una concepción liberal y, por ende, reificadora de qué es un movimiento. Los movimientos generan COMUNidad, pero nunca entendida como grupo humano articulado mediante la sustanciación de unos atributos identitarios, sino como simbiosis de lo que las singularidades guardan en común.-

3) la política de movimiento no es lo que hacen las organizaciones de movimiento, ni los activistas de movimiento, sino lo que hace el conjunto de la sociedad que articulado sin cierre u oclusión, por mediación parcial de organizaciones y activistas, como espacio de democratización que siempre se proyecta.

4) la política de movimiento no es indiferente a los errores de los activistas (ausencia de "virtù"), pero tampoco se limita a estos (parte de la fortuna): una estructura de movilización activista puede ser profundamente incompetente (por ejemplo, la PUDUP en las universidades) y no por ello dejar de tener estructuras de oportunidad política favorables. Cuando la estructura del movimiento acierta (PAH) el movimiento crece; cuando no, decae.

5) lo que bajo ningún concepto es política de movimiento es intentar dominar el movimiento, creerse que por medio de estructuras políticas de partido el movimiento puede ser domeñado y convertido en el motor que impulsa un protagonismo histórico. Se equivocan de cuajo quienes piensen que por medio de la construcción de una identidad "nosotros los movimientos" podrán acotar un espacio sobre el que erigir hegemonía alguna. Pésima lectura de Gramsci esta, que confunde que toda hegemonía opera desde una agencia otra que la del movimiento, pues este, por definición es gesto y hábito, poder y contrapoder de sí; autonomía.