dilluns, de febrer 11, 2013

[ es ] El cuerpo del relato...


>>> Han Solo, Darth Vader, Chewbacca, Princess Leia, Luke Skywalker and R2D2

Surfear a primera hora de la mañana suele dar agradables sorpresas. Antes de que la infoesfera se nos llene de crisis, partitocracia y corrupción, circulan por la red cosas tan curiosas como esta imagen del equipo de actores protagonistas de La Guerra de las Galaxias; sin lugar a dudas una de las películas que más ha marcado el imaginario colectivo de mi generación (y muy probablemente de alguna más). No me resisto a colgarla aquí y a realizar una reflexión al respecto.

Si pensamos por un momento en el argumento de la película, no es difícil deducir que la máquina de producción de imaginarios nos ofrece mil variaciones de una misma épica: la de las aventuras del héroe varón, blanco, anglosajón, etc. Las industrias de la cultura, Hollywood al frente, hace mucho que se rindieron al servicio de la producción ideológica de mundos que siempre comparten unas pautas útiles a la dominación. Y esta, como es sabido, comienza en la sociedad de control, por el dominio de los imaginarios que resulta de la anterior subsunción del dominio de los cuerpos. Por eso, a fin de cuentas, la apariencia (el relato del imaginario construido) deviene una efectiva maquinaria de producción de relaciones reales y no una mera "superestructura" ideológica.

A pesar de ello, toda épica resulta posible únicamente sobre el cuerpo social que la produce, sobre la riqueza material de la multitud. Pensemos, entonces en lo que nos muestra la foto, en la diversidad de esos cuerpos que hicieron posible la épica y pensemos en la suya propia; en las vidas que hay ahí, especialmente en aquellas que se alejan del protagonismo del héroe y nos hablan de la heroicidad de ser actor en un mundo de codificaciones tan constrictivas como el que inunda las carteleras. No nos creamos, pues, el relato que nos cuentan y escapemos del metarrelato que nos ocultan como de la peste; indaguemos, en fin, en el cuerpo social que hace posible las mil y una narraciones para liberarlo de toda constricción y permitir que la creatividad nos cuente todas las historias que siempre se han quedado por contar