divendres, de juny 08, 2007

[ es ] Fallos en el interfaz representativo

Artículo publicado en Diagonal, nº 56. 7 - 20 junio. Accesible directamente en la web del periódico clicando aquí.

Los resultados electorales vienen a confirmar lo que es una evidencia desde hace bastante tiempo: algo falla en el gobierno representativo, pero las organizaciones partidistas que se quieren representantes de la sociedad que se mueve no acusan recibo. Sean sus siglas IU, BNG, CHA, ERC u otras, no parece que más allá de la pobre movilización de sus suelos electorales, existan indicios en las urnas de un cambio de perspectiva esperanzador. De entre las múltiples razones para ello destacaríamos tres.

En primer lugar, la incapacidad de estas organizaciones para hacer frente a la estrategia de tensión y suspensión de garantías impuesta por el poder judicial (con la connivencia del Ejecutivo) en el caso de la ilegalización de las listas abertzales. Ya sea mediante sus tomas de posición públicas, ya sea mediante sus posiciones en las plataformas de apoyo al proceso de paz, allí donde las ha habido, los planteamientos de estas opciones electorales han sido tibios, cuando no directamente electoralistas.

En segundo lugar, la visión de los movimientos como meros detectores de problemas para sus agendas, o peor aún, según las circunstancias, como problemas en sí mismos allí donde se producen conflictos de interés. En ciertas ocasiones se ha intentado construir hegemonías, en otras apenas se ha procurado realizar un cierto proselitismo; en cualquier caso, raras han sido las veces en que se ha incentivado la movilización desde el respeto a la autonomía de los movimientos.

En tercer lugar, y a resultas de lo anterior, sorprende la falta de propuestas programáticas que respondan realmente a las demandas sociales. La acomodación institucional de esta izquierda, manifiesta en grados variables de subalternidad respecto al PSOE, y a los grandes medios de comunicación, han hecho impermeables estas organizaciones a las propuestas de los movimientos y viceversa.

Así las cosas, las izquierdas políticas y sociales parecen destinadas a reflexionar un rato si no quieren seguir viendo progresar al neoliberalismo a pasos de gigante.