¿Puede un asunto tan árido como la epistemología ser llevado al cine? La última película de Alex de la Iglesia, Crímenes de Oxford, demuestra que sí; que algo así es posible.
Ciertamente, ya otras películas como El nombre de la Rosa, de Jean-Jacques Annaud habían demostrado que es posible ligar el debate epistemológico a la ficción cinematográfica. La clave para ello: el recurso a un género cuyo principal rasgo radica en el problema del conocimiento de la verdad.
En efecto, el thriller asegura al ingenio recursos narrativos con los que plantear una cuestión tan compleja como fundamental: ¿es posible llegar a conocer la verdad? Tal es la pregunta que recorre la película hasta su última imagen.
Alex de la Iglesia, a la sazón licenciado en filosofía, nos ha facilitado así algunas escenas que todo estudiante de ciencias sociales debería ver; especialmente en estos días en que tan confundidas se nos presentan en las aulas ciencia y tecnología, saber e información.
+ infos sobre la película
+ info sobre la proyección en Barcelona