dissabte, de maig 24, 2014
[ es ] Antes de votar a partidos sin opciones
Ya que estamos en jornada de reflexión, aquí queda una reflexión para quienes estáis tentadxs de votar micropartidos sin opciones (a no confundir con partidos pequeños que con mejor o peor suerte, parece que tienen asegurado el asiento en la cámara).
¿Recordáis que el 15M decíamos que había que cambiar la ley electoral? ¿Recordáis que acusábamos al bipartidismo de ser uno de los causantes de los problemas que nos afectan? En serio, amigxs, quien de verdad no quiera reforzar el bipartidismo, ni al régimen, que se lo piense mucho antes de votar micropartidos sin opciones; partidos que no han aparecido en ni una sola encuesta con el puesto asegurado.
La proliferación de candidaturas está perfectamente integrada en la configuración del mando político que nos gobierna, exactamente igual que la abstención o el voto en blanco. No son opciones "puras" en el sentido de que sean la expresión institucional directa, esto es, que si voto Y sale Y en la representación como si voto IU sale IU en la representación. ¿Acaso aparecen escaños en blanco? (este por cierto era el principio que animó a un partido a adoptar este nombre, pero sin por ello dejar de ser partido).
Cuando se pensó la ley electoral se hizo, precisamente esta trampa para bloquear las inercias ideológicas, la polarización del sistema de partidos, etc. Fue pensado con mucho cuidado y ha sido un instrumento fundamental gracias al cual el régimen ha podido bloquear sistemáticamente la emergencia de alternativas de ruptura. Sobre esta base ha sido posible que nos hayamos pasado tres décadas viendo el bipartidismo operar y a IU adaptarse a la subalternidad tras ser domesticada a golpe de derrotas (algo, por cierto, que tendrán que vigilar siempre todas las terceras fuerzas que, como el PCE, funden su acceso a las instituciones en el olvido de la política de movimiento).
En fin, si alguien se quiere dar el gusto de votar a un amigo, pariente, conocido o a una abstracción ideológica, una causa poco conocida u otra motivación que sea que le lleve a votar un micropartido sin opciones (uno que no haya salido al menos con cierta insistencia en las encuestas), que se de el gustazo. Pero que no nos diga políticamente hablando, que lo ha hecho sin ser a sabiendas de que se lo ponía más fácil a los últimos escaños que obtendrán PP y PSOE. Mientras no cambiemos las reglas de juego, amigxs, esto es lo que hay.